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¿Empeora el asma si tengo humedades en casa?

Si bien es cierto que las humedades van deteriorando las estructuras de las edificaciones y hay que atacarlas a tiempo para evitar un daño mayor, también es cierto que se les debe prestar especial atención porque generan afecciones respiratorias y pueden llegar a complicar las preexistentes. Pero será que ¿empeora el asma si tengo humedades en casa? Sigue leyendo y descubre que es lo que sucede en tus vías respiratorias cuando convives con las humedades.

¿Empeora el asma si tengo humedades en casa?

Toda persona con asma se caracteriza por tener dificultades para respirar. Esto se debe a que sus vías respiratorias se inflaman y llenan de moco fácilmente ante la presencia de agentes nocivos para la salud de los pulmones.

Existen ciertos desencadenantes que inician o empeoran la sintomatología del asma. Entre los más comunes se encuentran:

  • Los ácaros.
  • El moho.
  • El polen.
  • Partículas de humo.

Estos desencadenantes en sí mismos no son nocivos para la mayoría de las personas, sin embargo, las personas con asma pueden desarrollar tos, un silbido al respirar o dificultades para respirar.

No es que estos desencadenantes provoquen el asma en sí, pero si pueden provocar los ataques. Cada persona es diferente, por lo que no todos los desencadenantes les afectan de la misma manera a todos.

Aun así, es sumamente importante mantener controlados los desencadenantes dentro de la casa, sobre todo en los dormitorios, ya que es allí donde pasamos mucho más tiempo.

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Los ácaros, el peor desencadenante de ataques de asma

Los ácaros son pequeños insectos, una subclase de arácnidos, de los que se conoce unas 50000 especies descritas, y unas 500000 que aún no han sido clasificadas. Son tan diminutos que no se pueden percibir fácilmente, pues miden entre 0,2 y 0,5 milímetros de longitud.

Es interesante que estos insectos son uno de los más antiguos y se encuentran distribuidos por todo el mundo, especialmente en los lugares donde hay mucha vegetación y en zonas húmedas, pero se han adaptado a diferentes ecosistemas y climas, logrando sobrevivir en zonas con temperaturas entre 5 y 30 °C.

Ellos viven y son transportados en el polvo, por eso es tan común encontrarlos en la ropa de cama, en las alfombras, los cojines y hasta en los sitios donde haya comida.

Ahora bien, se estima que, de todas estas especies, solo el 25 de estas se relacionan con enfermedades alérgicas. Los que más frecuentemente se relacionan con los procesos alérgicos pertenecen a los Astigmata, orden que incluye tres superfamilias responsables de provocar alergias.

Estos insectos no son los que desencadenan las alergias, sino sus residuos fecales, los cuales tienen un gran poder alergénico. Estos insectos se desarrollan en tan solo 25 días, viviendo como adultos unos dos o tres meses a lo sumo. A lo largo de este tiempo realizan entre una o dos puestas de huevos de entre 20 y 40 unidades.

Con respecto a su hábitat, influyen dos factores principales: la humedad relativa y la temperatura. Para su desarrollo, la temperatura óptima oscila entre los 25 y 35 °C.

Con respecto a la humedad relativa, el 75% es el porcentaje óptimo para su proliferación. Además, la presencia de hongos también facilita el desarrollo de los ácaros, ya que le sirven de alimento.

En estudios recientes se ha conseguido comprobar que, para considerarse un desencadenante del asma, la cantidad de ácaros presentes en la vivienda debe ser de unos 100 a 500 ácaros por gramo de polvo para alcanzar los niveles críticos.

Los alérgenos que proceden de estos insectos pueden ser detectados en él aíre cuando se utiliza el aspirador o se sacude la ropa de cama. Alcanzar los mencionados niveles críticos en realidad es muy sencillo para estos microorganismos, puesto que cada ácaro pone entre 20 y 50 huevos, por lo que se produce una nueva generación cada 21 días.

Así pues, los ácaros, vivos o muertos, se encuentran en centenares en cada gramo de polvo doméstico, especialmente en el colchón, las almohadas y la ropa de cama. Es por ello que la mayoría de las personas alérgicas a los ácaros no relacionan la exposición al polvo con la agudización de sus síntomas.

Los ácaros de hecho, actúan como fuente crónica y acumulativa alérgena. Estos son los causantes de la inflamación y la hiper reactividad bronquial, lo que termina por desencadenar crisis agudas de asma.

Si siendo asmático, comienzas a presentar crisis de tos, opresión torácica, sibilancias y poca resistencia ante los esfuerzos físicos o la risa, entonces debes estar en presencia de ácaros en tu hogar.

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Conclusiones

Convivir con desencadenantes del asma como los ácaros y el moho deteriora la salud de manera alarmante. Estos desencadenantes se desarrollan en un ambiente que supera el 70% de humedad relativa, por lo que es necesario tener controlado tanto la humedad relativa como la temperatura para evitar su proliferación descontrolada.

Es altamente recomendable tratar y eliminar las fuentes de humedades en el hogar para así evitar que estos agentes deterioren la salud de quienes sufren de esta enfermedad crónica. En las habitaciones infantiles es necesario mantener los niveles de humedad relativa, ya que un bebé expuesto a estos ambientes nocivos tiene más probabilidades de desarrollar asma.

Así que, si has detectado problemas de humedades en tu hogar, debes ponerte en contacto con los expertos anti humedades. En Acuasec realizamos un diagnóstico gratuito a tu hogar a fin de detectar cualquier fuga de agua o daño en la estructura que pudiera estar propiciando la aparición y proliferación de ácaros y moho en tu casa.

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