El clima húmedo y frío que trae consigo el otoño, es el ambiente perfecto para la proliferación de partículas como el moho, los ácaros y las humedades. Estas son las condiciones óptimas para su desarrollo y propagación en diferentes superficies, entre ellas, nuestros hogares.
Y ¿qué ocurre si aparecen en nuestro techo, pared o suelo? Si esto sucede, las consecuencias podrían ser importantes, ya que, de no poner una solución temprana, el problema podría agravarse provocando, entre otros:
- Problemas respiratorios severos.
- Sensación de frío y humedad en el interior de la casa.
- Reacciones alérgicas como manchas, ronchas o picores.
- Artrosis.
- Debilitamiento y desgaste de los muros, suponiendo un peligro por derrumbamiento.
Por ello, es imprescindible preparar nuestro hogar ante la llegada de las lluvias. Ponerse en contacto con un equipo de profesionales que evalúen y estudien la vivienda será, sin duda, la mejor decisión para disfrutar de un hogar confortable y libre de humedades.
Protege tu hogar, protege tu salud y la de los tuyos.
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